Em minhas andanças pela internet encontrei esse belo artigo abordando um problema que infelizmente é recorrente na raça:
“Cherry Eye ú Ojo de Cereza. La eversion del tercer párpado en el perro.
por Darwin Eslava
Cherry Eye es un término pintoresco para el prolapso de la glándula del tercer párpado en el perro. El tercer párpado también es conocido como membrana nictitante ó parpadeante. Dicha glándula sirve como protección extra para el ojo con una interesante capacidad de cerrar hacia arriba el ojo sobre el globo ocular en un perro. El canino puede retractar el globo ocular entero hacia atrás de la cuenca y emparejada con esta acción el tercer párpado tiene la capacidad de deslizarse hacia arriba sobre el globo retractado.
En la cara inferior del tercer párpado hay una pequeña glándula. Esta secreta alrededor del 20 por ciento de la producción de lágrima en el ojo. Algunos Veterinarios prefieren preservar esta glándula en el momento de hacer una cirugía para corregir un Cherry Eye, bajo el razonamiento de que, si el otro aparato que produce lágrima falla debido a una infección, traumatismo, o debido a desórdenes inmunológicos, la glándula del tercer párpado será un alivio para el ojo. Esto, si bien es correcto, la ayuda será minima y no evitará la aparición del “ojo seco”. Una vez que la producción de lágrima de un ojo falla, una resequedad crónica aparece e impacta adversamente la salud de la superficie de ojo. Este “ojo seco” es llamado Keratoconjunctivitis sicca (KCS).
En algunas razas — especialmente Boston Terrier, Cocker Spaniel, Bulldog Ingles y Beagles — la glándula del tercer párpado no es contenida totalmente en su lugar. Esta sufre un prolapso (se sale) a donde el propietario la advierte como una masa enrojecida debajo del ojo. Fuera de su posición normal, en la glándula no circula sangre apropiadamente y se hincha.
EL TRATAMIENTO
Eliminación de la glándula
Bajo este sencillo método la glándula del tercer parpado es tratada como un pequeño tumor y simplemente es desprendida por medio de una cirugía hasta cierto punto simple, realizada con anestesia local. Bajo esta técnica la glándula no vuelve a aparecer nunca pues como se mencionó, esta fue extirpada. Es el método que nosotros hemos utilizado con nuestros perros durante años sin problemas.
Recolocando la glándula
El otro tratamiento del Cherry Eye es la reubicación de la glándula en su lugar original. Hay dos técnicas para hacer esto y en las dos se utiliza anestesia general, con los riesgos que eso implica para un Bulldog Ingles. El método tradicional en el que simplemente la glándula se mete de nuevo, es el más común. Aquí, una sola puntada es colocada permanentemente fijando la glándula en su lugar. Las complicaciones de utilizar este método son las siguientes:
- Si el “punto” se desata, la superficie del ojo podría llegar a ser rasguñada por la sutura. Si esto ocurre, al perro le dolerá el ojo y el hilo de sutura será visible. La sutura puede ser quitada y problema resuelto.
- La sutura no puede ser anclada permanentemente. De hecho, esta cirugía es notoria para este tipo de fracaso y con frecuencia una segunda cirugía es necesaria. Si esto ocurre, recomendamos que un veterinario experto realice la segunda cirugía para llevar al máximo las oportunidades de solución permanente.
- A veces el Cherry Eye está acompañado de otros problemas de párpado que hacen la reparación más difícil o con menos probabilidades de tener éxito. En estos casos, otra vez, recomendamos que un veterinario experto realice la segunda cirugía para evitar un nuevo fracaso.
En una novedosa técnica quirúrgica, una porción del tejido es quitada directamente de la glándula. Esta técnica debe ser realizada únicamente por veterinarios expertos pues no es fácil determinar cuánto tejido hay que quitar. Las puntadas diminutas que se disolverán finalmente son utilizadas para cerrar el espacio apretando los dos extremos de la incisión empujando la glándula en el lugar. Las complicaciones pueden incluir:
- Inflamación o hinchándose cuando las puntadas se disuelvan.
- Apretar inadecuadamente el vacío del tejido puede llevar a reaparición del ojo de cereza. Como ya hemos mencionado, si la cirugía falla, un oftalmólogo veterinario debe realizar la segunda cirugía.
- Molestias por puntos mal puestos. Las puntadas flojas podrían herir el ojo dependiendo del tipo de sutura utilizada.
A veces ambas técnicas quirúrgicas son utilizadas en el mismo ojo para lograr un mejor resultado. Las complicaciones perjudiciales de estas cirugías son excepcionales pero la reaparición del Cherry Eye es común. Si un ojo de cereza vuelve a brotar, es importante darle a conocer a su veterinario que es la segunda cirugía. El propietario debe esperar alguna hinchazón postoperatoria pero esto debe volver a la normalidad y el ojo debe verse normal después de una semana. Si el ojo le duele al perro o parece anormal, es importante que sea reexaminado tan pronto como sea posible.